23 febrero, 2006
CUENTOS DE MI ABUELITA 2
Aqui les dejo otro de los varios cuentos que ha hecho mi abuelita nena
6 de Junio 1997
LA ROSA ENGREIDA.
En un hermoso jardín, entre variadas y coloridas rosas había una blanca de gruesos y bien formados pétalos, era altiva y silenciosa, ignoraba a las demás, pues se sabía bella.
Un día paseando por el jardín, dos señoras, frente a ella, conversaban mirándola y decían.--¿habías visto algo más hermoso, que esta rosa blanca?, es la única en su especie, mira qué pétalos!, las gotas de rocío parecen diamantes sobre terciopelo…! la cortare para la mesita de centro!.
La rosa se sintió feliz y halagada, -yo lo sabía, se decía, y repetía-, pero lo que no sabía, era lo que eso significaba. Luego, se vio trasladada lejos de sus hojas y su cuerpo posaba sobre un tiesto con agua, sintió que algo le faltaba, el aire, quizás el sol…no sabía, pero si… que estaba en un lugar desconocido… y sola.-
¿Quién me admirara ahora?-se dijo- ¿a quién le mostraré mi indiferencia?..
Afuera en el macizo de rosas, comentaban entre ellas.- “tenía razón”…a nosotras ni nos miraron, solo a ella eligieron …era la más Hermosa.-
¡Cómo me gustaría!, -decía la rosa roja- haber sido elegida yo, igual digo yo, decían las demás, envidiosas y sentidas.
En unos días más, -dijo la rosa amarilla, que crecía frente a la ventana-, podré empinarme a mirar hacia adentro, cómo luce de radiante y más creída que nunca, talvez sobre el tapete en una mesita de centro… y les contaré ...
¡Dentro de la casa… la hermosa rosa blanca…moría!.- No sabía qué pasaba en ella, pero se sentía débil, a su alrededor solo había soledad, le faltaban las miradas que afuera le prodigaban, la admiración que irradiaba, a la que estaba acostumbrada, deseaba sentir el parloteo de ésas rosas ordinarias… que ya no le parecía tanto y que había llegado a … extrañarlas.
Todo le faltaba, un hola mañanero, unas gotas de rocío, los rayos del sol, el gorgojear de los pájaros, tal vez… le haría bien.-
Sentía cada día, menos fuerza y no fue capaz para mantener sus pétalos erguidos, su color se veía amarillento… hasta que un día, vio con horror, qué, sobre la mesa, caían uno a uno sus hermosos y admirados pétalos.
¡Oh Dios!.- ¿dónde se fue la vida de mis hermosos pétalos? …¿de qué sirvió mi belleza? … todavía siento y escucho… cómo afuera la vida bulle y adentro … de hermoso adorno … ¡Muero!.-
¡Que daría, por sentirme nuevamente…en el jardín…!
De Abuela.-
6 de Junio 1997
LA ROSA ENGREIDA.
En un hermoso jardín, entre variadas y coloridas rosas había una blanca de gruesos y bien formados pétalos, era altiva y silenciosa, ignoraba a las demás, pues se sabía bella.
Un día paseando por el jardín, dos señoras, frente a ella, conversaban mirándola y decían.--¿habías visto algo más hermoso, que esta rosa blanca?, es la única en su especie, mira qué pétalos!, las gotas de rocío parecen diamantes sobre terciopelo…! la cortare para la mesita de centro!.
La rosa se sintió feliz y halagada, -yo lo sabía, se decía, y repetía-, pero lo que no sabía, era lo que eso significaba. Luego, se vio trasladada lejos de sus hojas y su cuerpo posaba sobre un tiesto con agua, sintió que algo le faltaba, el aire, quizás el sol…no sabía, pero si… que estaba en un lugar desconocido… y sola.-
¿Quién me admirara ahora?-se dijo- ¿a quién le mostraré mi indiferencia?..
Afuera en el macizo de rosas, comentaban entre ellas.- “tenía razón”…a nosotras ni nos miraron, solo a ella eligieron …era la más Hermosa.-
¡Cómo me gustaría!, -decía la rosa roja- haber sido elegida yo, igual digo yo, decían las demás, envidiosas y sentidas.
En unos días más, -dijo la rosa amarilla, que crecía frente a la ventana-, podré empinarme a mirar hacia adentro, cómo luce de radiante y más creída que nunca, talvez sobre el tapete en una mesita de centro… y les contaré ...
¡Dentro de la casa… la hermosa rosa blanca…moría!.- No sabía qué pasaba en ella, pero se sentía débil, a su alrededor solo había soledad, le faltaban las miradas que afuera le prodigaban, la admiración que irradiaba, a la que estaba acostumbrada, deseaba sentir el parloteo de ésas rosas ordinarias… que ya no le parecía tanto y que había llegado a … extrañarlas.
Todo le faltaba, un hola mañanero, unas gotas de rocío, los rayos del sol, el gorgojear de los pájaros, tal vez… le haría bien.-
Sentía cada día, menos fuerza y no fue capaz para mantener sus pétalos erguidos, su color se veía amarillento… hasta que un día, vio con horror, qué, sobre la mesa, caían uno a uno sus hermosos y admirados pétalos.
¡Oh Dios!.- ¿dónde se fue la vida de mis hermosos pétalos? …¿de qué sirvió mi belleza? … todavía siento y escucho… cómo afuera la vida bulle y adentro … de hermoso adorno … ¡Muero!.-
¡Que daría, por sentirme nuevamente…en el jardín…!
De Abuela.-
03 febrero, 2006
CUENTOS DE MI ABUELITA
Este es uno de los cuentos que ha hecho mi abuelita "nena"
Mayo de 1998
EL HUALLE Y EL ALAMO.
He hecho mi primer y único viaje… me han traído hasta aquí, desde mi lugar de origen, a un lugar desconocido.
He levantado mi mirada y te he visto, ¡Qué alegría! Me dije…no todos somos sacrificados… te ves tan majestuoso, esbelto, vigoroso, llegando tan alto que ha brotado en mi, una esperanza.-
Serás mi confidente…y si aceptas… mi mensajero.
¿Cómo estas amigo mío?- ¿ me escuchas?- A ti te hablo, a ti que pareces, levantar tus brazos al cielo, en un mudo y fervoroso ruego o quizás tratando de llegar mas allá, donde todo parece mas puro.
_¿Cuándo crees tu, que llegaras o serás oído? necesito de tu empeño… quiero de ti, un favor.
_Escucha: Yo, que hasta ayer, fui como tu… hermoso, lleno de vida, en medio del frondoso y colorido campo lleno de flores silvestres a mi alrededor, brindaba cobijo a las aves, sombreaba mi derredor, para solaz de todos los seres amigos y sin saberlo…también de mis enemigos!.-
La lluvia y el viento, creaban hermosas melodías en mi fronda acompañando el trinar de las bellas y abundantes avecillas que anidaban en mi follaje, haciéndome feliz disfrutando de un verdadero, concierto matinal.
Mi existencia, no fue obra del hombre. El viento o un pájaro quizás, trajo mi simiente, la tierra como madre celosa, me arropo en sus entrañas, me alimentó, la lluvia me dio de beber …y el sol, con sus rayos generosos y mañaneros, me dio su calor.- Así fui creciendo en medio del alfombrado y verde campo.- Fui Niño, Joven y Adulto … como todo ser.-
De la naturaleza nací y de la naturaleza viví feliz, hasta hoy que… como vez , estoy tirado a tus pies, exhalando mi ultimo aliento.- Dios nos creo y su voluntad fue, servir al único ser pensante de su creación, al que toda la naturaleza, tiene que “ayudar” a vivir.-
Para cubrir una de sus necesidades, fui cortado de mis raíces, con total indiferencia, nadie volvió la cabeza a mirar, cómo…cómo se escapaba mi vida a través de ellas – de las raíces-.-
¡Gracias al hombre! lleno de debilidades, nos extinguimos cada día más, ya no habrán sinfonías en los días de lluvia,… ni hospedaje … ni sombra a mis amigos, pues mi lugar estará desde hoy, desierto por mucho…mucho tiempo.-
¡Amigo álamo, te necesito, eres mi última esperanza, por los que quedan aún, deseo enviar una queja… sigue tu camino, por favor amigo y hazla llegar.-
Contesta el Alamo, ¡Amigo mío! He escuchado tu triste historia y algo en mi interior, se ha estremecido, aunque yo, para el prójimo, no soy tan valioso como tu, quien te asegura que en ese ser tan débil, lleno de necesidades, pero con discernimiento, no le moleste mi descaro de mirarlo desde arriba y …mostrando una más de sus debilidades… “ la envidia”… ¿no siegue…también mi vida?