10 septiembre, 2005
“ EL RIO Y LOS PAJAROS "
Había una vez un pequeño río, que año tras año iba creciendo. Un día éste estaba muy feliz conversando con los pájaros, cuando de repente de muy lejos le gritaron su nombre ¡ Río Grande, río grande!, ...era uno de sus mejores amigos pájaros, estaba muy preocupado porque a unos 3 kilómetros había un pequeño campamento que estaba ensuciando los alrededores, “Río Grande” se asustó mucho porque si la suciedad llegaba hasta él podía morir ... En ese mismo momento el río y los pájaros vieron a lo lejos que el hermoso color azul del río se volvía verde, luego café, cada vez se ponía más oscuro. El río desesperado le pidió a sus amigos los pájaros ...: “ vayan.. vaya rápido al campamento y díganle a los que están allá que dejen de tirar basura, o si no yo moriré.
Los Pájaros volaron lo más veloz que podían y cuando llegaron les dijeron a los humanos casi suplicándoles : “ ¡ Por favor dejen de tirar basura al río ... o ven que eso lo contamina ... y puede morir! . Luego que los pájaros le pidieron eso, ellos se fueron convenciendo de lo que podría suceder. Los pájaros se fueron rápidamente y cuando llegaron junto al río, éste les dijo ... “... tanto que se tardaron... que yo .... y no alcanzó a terminar y murió.
Fue la contaminación ... dijeron los tristes pájaros, aunque las personas no botaran mas basura al río y estuviese tan azul y más que antes, igual hubiese muerto, porque 3 kilómetros de viaje es mucho para nosotros y poco para el río, ya que la corriente lo acelera y cuando nosotros llegamos a donde los humanos, la basura ya había llegado.
Los Pájaros invadidos por la tristeza empezaron a llorar sin consuelo porque habían perdido a su mejor amigo. Las lágrimas de los pájaros cayeron sobre el río volviéndolo más suave y cristalino que nunca, y de repente como por arte de magia, el río volvió a la vida, los pájaros se alegraron tanto y muy felices empezaron a cantar y a recibirlo con los brazos abiertos.
Desde ese instante nadie, pero ningún humano se atrevió a ensuciar agua tan azul, suave y cristalina como el “Río Grande”. Y día tras día el “Río Grande” se fue agrandando cada vez
más y más, poniendo mas bello, puro, azul, suave y cristalino y asombrado de si mismo al ver que segundo a segundo se volvía más limpio. “Río Grande” se puso muy feliz.
Los Pájaros, al pasar esta terrible experiencia después de ver un poco de basura al tiro la sacan. Desde ese día “Río Grande” y los “Pájaros” fueron más felices que nunca.-
¡NO MATES LA NATURALEZA! ¡NO LA CONTAMINES!
Autor:
Patricio Antonio 5º año.(2003)Escuela Félix Eyheramendy Larroulet” de Los Alamos.
MISTERIO O LEYENDA?
El siguiente relato, ocurrió un viernes de Mayo, hace algunos años, siendo sus protagonistas Gastón Rojas Caerols y Jorge Chascón, perdón, Chacón, que hoy se las machuca en Chillán.
Aprovechando el buen tiempo, decidieron salir a terreno a fin de ver el prendimiento de amóphila del predio “Dunas de Lloncao”, ubicado al sur poniente de Cañete.
Mientras recorrían y apreciaban la naturaleza en pleno y luego de pasar por varios sectores sin mayores dificultades, Gastón y Jorge llevaban un amena conversación, entre otras cosas, que justo ese día estaba de cumpleaños (Jorge) y por supuesto soltero, así es que, para celebrar tamaño acontecimiento, planearon celebrar... al regreso, con algún anticucho, longanizas, un buen vinacho y el infaltable “pebre cuchariao” junto al resto de sus colegas.
Ya bien avanzada la tarde decidieron regresar en su jeep rojo... en el transcurso, en los momentos de silencio y siempre observando las huellas del solitario sendero ... Jorge divisa en un costado, restos de cacharros, ...¡para para¡... grita... se bajaron a ver... además de los cacharros, había huesos, piedras talladas para curtir cueros, etc, es decir, un hallazgo impresionante, pues lo primero que se les vino a la mente... que pertenecían a un entierro indígena de unos cuantos años.
Una vez comprobado que efectivamente se trataba de objetos indígenas, imaginaron como adornarían el rincón del living, seguro como una apreciada reliquia, por lo que inmediatamente y sin pensarlo dos veces, acomodaron el hallazgo en la parte trasera del jeep. Iban felices continuando su regreso por el agreste terreno arenoso... cuando ¡de repente...! el Suzuki empieza con problemas de avance hasta quedar pegado en el arenal... se miraron preocupados bajaron...revisaron intentaron una y otra vez mover el vehículo... y así fueron pasando las horas...¡ hicieron lo imposible por salir.. pero no hubo caso..! la única posibilidad era pedir refuerzos.. pero como? ... tal vez.. una yunta de bueyes solucionaría el problema, se dijeron.. fue así como tras recorrer 5 kilómetros de duro camino... consiguieron la ayuda de un caminante con su yunta de bueyes, único medio existente en las cercanías.
La alegría, al pensar que esta vez lograrían salir del pantano, les duró poco. Convencidos al no lograr su propósito y luego de meditar y analizar tal situación, decidieron conseguir otra yunta de bueyes... pero ya se venía otro problema.... ”la Noche”.. por lo que no les quedó otra cosa que pernoctar en algún lugar dirigiéndose a la casa de Manuel Antío, un ex guardabosques de CONAF.
Los anticuchos, las longanizas, la celebración junto a los colegas... se habían ido a la ... “cresta”. ¡ que cumpleaños ¡... se encontraban a esas horas en caminos muy lejanos, y debido al esfuerzo, ambos estaban mojados y embarrados hasta los ........?
Al día siguiente, la levantada fue de madrugada. Después de tomar un humeante y reconfortante café de trigo, acompañado de unas calientitas tortillas de rescoldo y con mucho optimismo, programaron el próximo ataque para ganarle al pantano.
Mientras ño Manuel iba en busca de otra yunta de bueyes, Gastón y Jorge se dirigían al terreno junto a los bueyes del día anterior, donde se encontraba el vehículo e intentaron nuevamente moverlo, con la esperanza, que la suerte esta vez estaría de su lado. Inspeccionaron vehículo y terreno, trataron de salir... pero de nuevo no fue posible.
Decidieron entonces, esperar la otra yunta que “Ño” Manuel andaba consiguiendo. A todo esto, mientras esperaban, Gastón se dirigió a la parte trasera del jeep y observó los objetos del entierro mapuche que Jorge había acomodado con bastante aprecio.. se los quedó mirando un rato y luego dijo ....
”no será esto la causa de la mala suerte...” y sin pensarlo más, tomó los objetos lanzándolos lejos del lugar.
Se realizó otra tentativa para salir de allí, acomodaron los bueyes, Gastón hace andar el motor y de pronto.... como por arte de magia, el vehículo comenzó a moverse lentamente hasta alcanzar terreno firme....?
Por fin podían pensar en el regreso y sin perder más tiempo emprendieron el feliz regreso a Cañete. Por el camino se encontraron con Alejandro Bórquez (Jefe Provincial de la Corporación Nacional Forestal - Conaf), quien, como se pueden imaginar, preocupado iba en su busca.
La duda que nos queda, es si fueron los objetos indígenas los que causaron la mala suerte.... o fue simple casualidad?
A pesar, de todo, ese día sábado en la tarde fue celebrado el cumpleaños de Jorge... como Dios manda!.
Autor
Rolando Matus López (Mi Papá)
Aprovechando el buen tiempo, decidieron salir a terreno a fin de ver el prendimiento de amóphila del predio “Dunas de Lloncao”, ubicado al sur poniente de Cañete.
Mientras recorrían y apreciaban la naturaleza en pleno y luego de pasar por varios sectores sin mayores dificultades, Gastón y Jorge llevaban un amena conversación, entre otras cosas, que justo ese día estaba de cumpleaños (Jorge) y por supuesto soltero, así es que, para celebrar tamaño acontecimiento, planearon celebrar... al regreso, con algún anticucho, longanizas, un buen vinacho y el infaltable “pebre cuchariao” junto al resto de sus colegas.
Ya bien avanzada la tarde decidieron regresar en su jeep rojo... en el transcurso, en los momentos de silencio y siempre observando las huellas del solitario sendero ... Jorge divisa en un costado, restos de cacharros, ...¡para para¡... grita... se bajaron a ver... además de los cacharros, había huesos, piedras talladas para curtir cueros, etc, es decir, un hallazgo impresionante, pues lo primero que se les vino a la mente... que pertenecían a un entierro indígena de unos cuantos años.
Una vez comprobado que efectivamente se trataba de objetos indígenas, imaginaron como adornarían el rincón del living, seguro como una apreciada reliquia, por lo que inmediatamente y sin pensarlo dos veces, acomodaron el hallazgo en la parte trasera del jeep. Iban felices continuando su regreso por el agreste terreno arenoso... cuando ¡de repente...! el Suzuki empieza con problemas de avance hasta quedar pegado en el arenal... se miraron preocupados bajaron...revisaron intentaron una y otra vez mover el vehículo... y así fueron pasando las horas...¡ hicieron lo imposible por salir.. pero no hubo caso..! la única posibilidad era pedir refuerzos.. pero como? ... tal vez.. una yunta de bueyes solucionaría el problema, se dijeron.. fue así como tras recorrer 5 kilómetros de duro camino... consiguieron la ayuda de un caminante con su yunta de bueyes, único medio existente en las cercanías.
La alegría, al pensar que esta vez lograrían salir del pantano, les duró poco. Convencidos al no lograr su propósito y luego de meditar y analizar tal situación, decidieron conseguir otra yunta de bueyes... pero ya se venía otro problema.... ”la Noche”.. por lo que no les quedó otra cosa que pernoctar en algún lugar dirigiéndose a la casa de Manuel Antío, un ex guardabosques de CONAF.
Los anticuchos, las longanizas, la celebración junto a los colegas... se habían ido a la ... “cresta”. ¡ que cumpleaños ¡... se encontraban a esas horas en caminos muy lejanos, y debido al esfuerzo, ambos estaban mojados y embarrados hasta los ........?
Al día siguiente, la levantada fue de madrugada. Después de tomar un humeante y reconfortante café de trigo, acompañado de unas calientitas tortillas de rescoldo y con mucho optimismo, programaron el próximo ataque para ganarle al pantano.
Mientras ño Manuel iba en busca de otra yunta de bueyes, Gastón y Jorge se dirigían al terreno junto a los bueyes del día anterior, donde se encontraba el vehículo e intentaron nuevamente moverlo, con la esperanza, que la suerte esta vez estaría de su lado. Inspeccionaron vehículo y terreno, trataron de salir... pero de nuevo no fue posible.
Decidieron entonces, esperar la otra yunta que “Ño” Manuel andaba consiguiendo. A todo esto, mientras esperaban, Gastón se dirigió a la parte trasera del jeep y observó los objetos del entierro mapuche que Jorge había acomodado con bastante aprecio.. se los quedó mirando un rato y luego dijo ....
”no será esto la causa de la mala suerte...” y sin pensarlo más, tomó los objetos lanzándolos lejos del lugar.
Se realizó otra tentativa para salir de allí, acomodaron los bueyes, Gastón hace andar el motor y de pronto.... como por arte de magia, el vehículo comenzó a moverse lentamente hasta alcanzar terreno firme....?
Por fin podían pensar en el regreso y sin perder más tiempo emprendieron el feliz regreso a Cañete. Por el camino se encontraron con Alejandro Bórquez (Jefe Provincial de la Corporación Nacional Forestal - Conaf), quien, como se pueden imaginar, preocupado iba en su busca.
La duda que nos queda, es si fueron los objetos indígenas los que causaron la mala suerte.... o fue simple casualidad?
A pesar, de todo, ese día sábado en la tarde fue celebrado el cumpleaños de Jorge... como Dios manda!.
Autor
Rolando Matus López (Mi Papá)
Pinturas de mi abuelita
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